Ejemplo de esta inequidad social provocada por el accionar de los monocultivos industriales de salmónidos es la ciudad de Castro, la cual viene cayendo por segundo año consecutivo en sus indicadores. Desde haber estado entre las mejores ciudades del país por varios años, el 2018 se observó una caída estrepitosa al lugar 19, para empeorar este 2019 al aparecer ocupar el lugar 67.
El reporte tomó en cuenta factores vitales, tales como vivienda y entorno, salud y medio ambiente, condiciones socioculturales, ambiente de negocios, condiciones laborales y conectividad y movilidad. En ellos, la ciudad de Castro se encuentra en el lugar 33 dentro de las 37 peores comunas del país, lo que -según La Opinión de Chiloé- «muestran rezagos importantes en casi todas las variables de calidad de vida», según el director del proyecto ICVU, Arturo Orellana.
La cobertura del estudio incluyó a 99 comunas (de un total de 342) que tenían al menos 50.000 habitantes, 10 áreas metropolitanas, 25 ciudades intermedias, y todas las capitales regionales. Todas éstas, representan al 79,3% de la población chilena.
Desde 2015, la capital provincial figuraba entre las mejores del país. A partir del 2018, cuando se actualizó las bases de datos con cifras de 2017 y 2018, cayó violentamente 48 puestos durante el 2019.
Negocios para los salmoneros, pobreza para los chilotes
Comparado con el 2018, Castro sólo mejoró en el área de «ambiente de negocios», pasando de 17,17 puntos en 2018 a 22,79 este 2019, aunque lejos de los 35,3 puntos de 2017. El índice denominado «vivienda y entorno» se mantuvo estable (36,16 puntos el 2019), al considerarse variables como el gasto total municipal por cada habitante de la comuna, porcentaje de viviendas en hacinamiento, tasa de delitos de mayor connotación social 2018 o porcentaje de predios exentos de pago de contribuciones.
Para «conectividad y movilidad», volvió a caer el 2019 al alcanzar 48,09 puntos, versus los 64,9 puntos de 2017. Sólo en «salud y medio ambiente» mejoró, al aumentar de 53,89 a 72,35 puntos.
La cultura y los trabajadores pagan los costos del “milagro salmonero”
Durante el 2019, las «condiciones laborales» de Castro continuaron deteriorándose al llegar a 44,8 puntos, versus los 60,2 de 2017. Las variables evaluadas fueron: índice de mora en consumo 90 días o más, porcentaje de población con carencia laborales y de seguridad, pobreza multidimensional de la CASEN, porcentaje población con pensiones básicas solidarias de vejez, porcentaje población con subsidio único familiar, y porcentaje personas inscritas en la municipalidad en busca de empleo.
También descendió las «condiciones socioculturales», cayendo de 65,44 puntos el 2018 a 49,33 puntos el 2019. Esta dimensión mide: resultados del SIMCE, embarazo adolescente, puntajes PSU superiores a 450 puntos en el área municipal, porcentaje de carencia educacional en la población, entre otros indicadores.
El Centro Ecocéanos en su reciente reporte “Salmones de sangre del sur del mundo” señala a la industria del salmón en Chile como la que presenta los salarios mas bajos, las jornadas más extensas, y la mayor mortalidad mundial de trabajadores y trabajadoras al superar el promedio de un trabajador fallecido por mes durante los cinco primeros meses del 2019. Entre el 2016 y 2019 han muerto 31 trabajadores y trabajadoras salmoneras, aportando la región de Los Lagos/Chiloé con el 60% de los casos fatales.
Fuente: www.ecoceanos.cl